Milena o el fémur más bello el mundo , Jorge Zepeda
Los premio Planeta, son siempre discutidos y desde hace mucho tiempo, blanco de críticas. Parece que el hecho de conseguirlo, descalifica a la novela que lo obtiene y lo convierte en un artículo de baja calidad. No se si en este caso pasa de ser un nuevo producto destinado al consumo masivo, a mi me ha gustado y me gusta oír hablar al autor en las entrevistas de promoción.
Es una segunda entrega, continúa la historia de "los azules" un año después de lo narrado en Los corruptores.
Jorge Zepeda me parece un buen narrador, tal vez no sea un escritor de altos vuelos literarios, pero la novela es un testimonio terrible, está bien contada, los personajes son muy carismáticos y con matices, y tiene un estilo que a veces guardarías la frase con la que te tropiezas para enmarcarla. Zepeda es periodista y le interesa la parte de la denuncia, lo difícil es conseguir lo que él ha conseguido, el equilibrio entre la documentación, la denuncia y la ficción.
Tampoco tiene una estructura muy obvia, hay continuos flash backs al pasado de Milena, a los testimonios de los clientes justificando su afición por el amor mercenario, aparentemente razonable pero con ese fondo terrible de cosificar a la mujer y de tratarla como mercancía de usar y tirar, desde una mirada así mismos benévolamente hipócrita.
Hay un ritmo de novela de acción que te lleva sin aliento a querer seguir leyendo. Y la violencia siempre presente, como agresión, como instrumento de depuración del mal, como principio y como fin.
"Los azules" empiezan a adquirir matices y tal vez este contemplando el autor el relevo con unos protagonistas de principios más idealistas Luis, Vida, Rita.
Milena es un personaje pleno de matices, es una víctima que termina convertida en verdugo. Un ser inocente que no acaba nunca de perder algo de la esencia de lo que fue, pero que sabe que nunca podrá regresar a lo que dejo porque ha vivido demasiadas degradaciones, conoce a los hombres y sus flaquezas demasiado bien, y al final, adquieren para ella la misma dimensión que a ella le han otorgado.
Este estilo de novela que encierra una denuncia social y una crítica feroz a una sociedad enferma, me ha parecido siempre arriesgada, porque necesita un punto de equilibrio en el que la denuncia se integre sin apoderarse del argumento que le hace avanzar, y que si no se hace bien , suena falso y a mí me parece que lo ha conseguido.
Nos presenta, como en la anterior, una sociedad enferma de corrupción y de violencia. Tal vez miremos por encima del hombro desde la sociedad occidental a esos países que identificamos con la violencia más brutal, pero en el fondo, con otras formas, subyace la misma corrupción y unas formas mas sibilinas, menos escandalosas, pero no deja por ello de seguir siendo violencia contra los mas débiles y la soberbia del poderoso al creerse diosezuelos con derecho a todo lo que se le antoja.
Hace poco veía una serie francesa, en la que se trataba en una de sus temporadas también el tema de las redes de prostitución, esta vez en los bajos fondos, pero el dibujo que planteaba de la corrupción en el entramado político, de la sociedad francesa, es como lo que se nos deja ver de la española en esta novela, idéntica. Así, que nadie se salva, porque dudo mucho que la naturaleza del hombre sea diferente en cualquier sitio aunque algunos la tengan mas domesticada.
Como digo, no sera una literatura de altos vuelos, (más escasa por cierto de lo algunos creen haber conseguido), pero por lo que le oído al autor tampoco lo pretende.
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