Uno que leyó de una sentada. Voces que susurran
Yo antes leía así , de una sentada. Pillaba un libro y no lo dejaba hasta que no lo acababa. El mundo se paraba, no había reloj, comía de bocata, y el libro me dominaba. Muchos libros han pasado así a ser parte de mi. Luego vino otro tiempo y ahora leo mas despacio, y las sentadas ya no son lo que eran.
Sin embargo de vez en cuando echo de menos los viejos vicios y acudo a alguno de los que seguro no me dejará soltarlo.
Eso me paso con Voces que susurran de John Connolly.
La serie de Charlie Parker, me resulta siempre relajante por la tensión que me crea su lectura, es como una descarga de adrenalina. Hay que leerla en orden porque lo que Connolly ha creado es un universo en el que los personajes se pasean y nos van descubriendo aspectos de los personajes. En el que se une lo típico de la hard boiled y lo sobrenatural. Dentro de las típicas novelas negras, destacan por tener un prosa muy cuidada, con una metáforas surrealistas que le dan una enorme calidad literaria y porque con frecuencia los personajes que acompañan al protagonistas toman el relevo para convertirse ellos mismos en el centro del argumento.
En esta entrega, nos encontramos con un Bird, mas sereno, con menos protagonismo tal vez. El argumento gira en torno a los excombatientes de Irak y los saqueos del Museo Nacional de Bagdad y el tráfico de antigüedades, entre las que algo hay que despierta a los demonios. Vuelve, pues a tener una fuerte presencia el elemento fantástico, aunque esta vez sea de una forma menos comprometida para nuestro protagonista. Volvernos a encontrarnos con alguno de esos viejos conocidos inquietantes y terribles, hay menos presencia de nuestros queridos Ángel y Louis.
Creo que me ha parecido una novela más convencional pese a la fuerte presencia de lo sobrenatural, que se torna sólido y tangible, pero echo de menos algo más de literatura, de ese vuelo lírico que asomaba justificando en una frase toda la violencia, todo el miedo, toda la desamparada soledad de un Charlie Parker ferozmente humano pese a todo lo que sabemos de él.
La serie de Bird se lee de tirón a ser posible en un ambiente adecuado: de noche y en soledad, pero a falta de esto se puede leer en cualquier sitio: a pleno sol, en el autobus, mientras esperamos en la consulta del médico o en la peluqueria, .. porque te atrapa sin remedio.
Comentarios
Besos ;)
Por cierto, si ya no lees de una sentada, no me puedo imaginar tu velocidad de antaño. O.o
:)